POESIA DE EDUARDO CRESPIN
EL CASERÍO
Yo
soy de aquí,
del
caserío marginal,
donde
pasa el Acelhuate,
al
que visitan solo en campaña electoral.
El
caserío que huele a mierda,
al
que a nadie le importa,
en
el que cientos de habitantes tienen ventajas,
de
tener internet gratis y pantallas planas de 56 pulgadas.
El
caserío que tiene miles de orificios en sus paredes,
el
que cada día sale en noticias,
por
cadáveres encontrados en bolsas negras,
al
que visita más la muerte que la jura.
El
caserío que mueve más dinero,
que
los bancos cercanos,
el
que tiene negocios con magistrados
y
representantes electos.
YA VIENEN
Ya
vienen las campañas de siempre a la comunidad,
vienen
dando panfletos, vasos, escobas y paquetes de granos básicos,
vienen
en carros cuatro por cuatro, con guardaespaldas,
por
miedo a las grandes letras dibujadas en el muro de la entrada.
Hablan
de hacer cambios,
de
dar trabajos y mejorar
la vida.
¡Si
llegan a ganar! ¿Y si no ganan?...
Andan
dando discursos incoherentes en cámaras de televisión,
haciendo
uso de frases repetitivas
que
acaban como memes en las redes sociales.
Aunque
hagan giras dentro y fuera del país,
nos
hacen creer que le somos importantes.
pero
después de haber recibido el cargo,
nunca
vuelven a las comunidades.
Uno
llega a visitarlos en las manifestaciones
pero
nos reciben con barricadas y presencia de la UMO.
LAS BALAS ESTÁN CANSADAS
DE MATAR
Las
balas están cansadas de matar,
ayer
se reunieron en un centro comercial
se
manifestaron ante un juez:
Corruptas
las armas,
violan
nuestra integridad,
penetran
el cuerpo de los humanos,
por
unos cuantos dólares,
que pagan algunos grupos,
para
ocultar la verdad.
Pero
el juez les dijo:
Con
autoridad les digo
ningún
grupo está de acuerdo con las armas,
que
solo ven el capital bruto
y
no dejan de matar.
Las
balas argumentan:
¡No
somos culpables!
¡Las
armas lo son!
Por
eso nos manifestarnos
con una explosión.
DEFENDIENDO TERRITORIOS
Han
llegado militares al cantón,
vestidos
con nuevos trajes,
cargando
armas con buena intensión,
buscan
poner orden en la región.
Paran
al que va a trabajar temprano,
al
albañil que tiene barba larga,
al
niño que va por el comprado,
a
las niñas vírgenes de la zona.
Al
llegar las dos de la tarde en punto,
son
retirados por los comandantes,
saben
que no los pueden exponer,
en
una zona contagiada por jóvenes,
que
creen tener el poder.
Jóvenes
que mueren en las calles,
tras
la persecución de otros bandos,
por
ideales que no se comprende,
defendiendo
territorios que creen tener.
SIN OTRA OPCIÓN
Hay
sangre en las calles,
balas
en los cuerpos inertes,
lágrimas
en las familias donde toca la muerte,
funerarias
listas para preparar.
Flores
que adornan 12 horas la caja,
que
fueron compradas con pocos centavos,
café
que se come con pan o tamal,
que
fueron preparados con las manos de dolor.
Observo
desde lo alto,
lo que
sucede a mí alrededor,
veo mi
cuerpo inerte,
y a mi
familia llena de dolor.
Mis
hijos abrazan a su madre,
mi
madre abraza el cajón,
las
monedas en mis ojos,
y los hilos en mis labios
no me
permieten gritar.
Soy un
héroe porque mate al enemigo,
soy un
héroe porque el estado me demandó,
soy un
héroe porque defendí a la patria,
soy un
héroe porque no tuve otra opción.
Eduardo Crespín
egresado de la carrera Licenciatura en Letras de
la Universidad de El Salvador. Participó en el programa “Escuela de Jóvenes
Talentos en Letras" ejecutado por la Universidad José Matias Delgado
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Has escrito lo que dia a día vivimos en nuestro país lamentablemente siempre sufre mas la clase baja siendo así los más beneficiados los corruptos los de cuello blanco engañando con sus mentiras disfrazadas de buena voluntad
ResponderBorrarMuy profundas tus letras, llenas de mucha realidad, muy triste, pero esperemos algún día el ciclo de violencia acabe. Te felicito Eduardo, seguí adelante, haciendo lo que tanto te gusta. Éxito y bendiciones en tus proyectos. Me alegra de que esta revista te haya dado la oportunidad de transmitir tus pensamientos y emociones.
ResponderBorrarLa poesía puede ser voz social. En hora buena!!
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