UN CUENTO DE JOSUE VELASQUEZ

 



  

Tito, el camaleón amarillo

En un lejano bosque, hace mucho tiempo, nació un extraordinario camaleón, era tan pequeño cuando su padre emprendió un viaje por todo el bosque y nunca regresó, así que desde muy chico vivía solo con su madre, una hermosa camaleona de bellos colores, con su amor y cuidados, siempre se esforzaba para que nada le faltara a su amado hijo. Su nombre era Tito, quien desde muy pequeño se enfrentó a feos comentarios que lo hicieron sentir que era diferente. Cuando Tito se encontraba solo, lloraba tratando que su mamá no se diera cuenta de su tristeza. Ante ella sonreía y aparentaba que todo estaba bien. Tito inició la escuela y se dio cuenta que él no era un camaleón como los demás, ellos cambiaban de color de acuerdo a las circunstancias en que se encontraban, pero él siempre era amarillo.

Al pasar los años, Tito cambió de escuela, a una más grande y con muchos más árboles para jugar, en su nueva escuela conoció a Willy, un camaleón de su misma edad, que cada vez que lo veía, sonreía y usaba su camuflaje de color amarillo, luego volvía al color que todos los demás estaban usando. Tito era feliz de ver a Willy, lo buscaba cada día durante el recreo, para ver su sonrisa y su hermoso camuflaje amarillo. Un día Franky, un compañero de clases de Tito se acercó y le dijo: ¡Eres diferente!, tú eres siempre amarillo y aunque a veces sientas tristeza por no poder cambiar tu camuflaje, debes saber que yo te acepto y puedes contar conmigo. Al escuchar estas palabras Tito tuvo miedo y se alejó disimulando, como si tuviera prisa para ir a buscar algo que había olvidado en otro lugar. Pasados algunos días Tito se encontró a Willy cara a cara, Willy mostró su mejor sonrisa y saludó amablemente a Tito. ¡Hola! dijo Willy, -siempre me ha parecido genial tu camuflaje amarillo, noto que te gusta verte diferente a los demás y así eres feliz- continuó.

Tito respondió un poco nervioso -Sí Willy, mi camuflaje amarillo es mi favorito y no vayas a pensar que no puedo cambiarlo, es que me gusta mucho ser auténtico, replicó muy animado; ¡Genial -Dijo Willy-, creo que eres el amigo que necesito, todos los camaleones en la escuela usan el mismo camuflaje que los demás, ¡pero tú eres diferente y eso te hace especial! Tito se sintió feliz. Sin embargo, había un camaleón llamado Oscar, quien un día, mientras Tito caminaba fuera del salón en la escuela, durante el recreo le gritó diciendo: ¡Pobre Camaleón! Habiendo tantos colores fuiste a nacer amarillo, mírame a mí, yo puedo ser del color que quiera y cuando quiera, ¿no ves lo aburrido que es ser solo amarillo? Tito miró a los ojos a Oscar, pero tuvo miedo de responder, guardó silencio y bajó la mirada.

Franky se encontraba cerca y corrió a defender a Tito, sin pensarlo exclamó: - ¡Oscar! ¿Quién dice que ser un camaleón con camuflaje amarillo está mal? - Franky puso su camuflaje amarillo y continuó diciendo: ¡Mírame! ¿Acaso es malo mi color? ¿Y si los raros somos nosotros que podemos cambiar de color y no Tito? Los camaleones nos caracterizamos por nuestro camuflaje y capacidad para cambiar de color, eso debería servirte para entender que somos hermosos por nuestros colores, por nuestra diversidad y que nuestro camuflaje nos protege de los depredadores-. En ese momento sonó el timbre para regresar al salón de clases. Oscar guardó silencio, Franky puso su mano sobre el hombro de Tito, mientras le decía: - ¡Vámonos al salón de clases!, tu color amarillo es hermoso, somos camaleones y nuestros colores son nuestro orgullo-. Caminaron juntos al salón de clases, mientras Tito recuperaba la sonrisa en su rostro. Al final del día, en los altavoces de la escuela, anunciaban la fiesta del camuflaje morado, al escuchar el aviso Willy mira emocionado a Tito y le dice: - ¡Estoy feliz, porque por fin te veré con camuflaje morado! - Tito lo mira a los ojos y sonríe, ocultando su nueva preocupación. Al llegar a casa Tito piensa una y otra vez como resolver esto y convertir su camuflaje a color morado, para poder ir a la fiesta.

Luego de algún tiempo de muchas ideas en su mente, recuerda que en su bosque vive un sabio camaleón al que todos llamaban Don Rafa “el camaleón sabio”, quien siempre hablaba del pueblo de la fuente en las historias que contaba en la plaza en cada atardecer. Al siguiente día, al salir de la escuela, decidió ir en busca de la fuente que hablaba don Rafa siempre en sus historias, anduvo por muchos caminos, a pesar del miedo, se sentía decidido y estaba en busca de respuestas. Repentinamente, escuchó el sonido del agua y muchas voces de camaleones, caminando muy despacio, entre las ramas, descubrió un maravilloso lugar, donde camaleones cambiaban de color y otros solamente usaban un color de camuflaje, cuando lo vieron llegar, lo recibieron inesperadamente con aplausos de bienvenida.

Entre el grupo de camaleones, estaba Don Rafa “el camaleón sabio”, quién corrió hacia Tito y dijo: - ¡Tito, por fin decidiste venir a visitar la fuente de la que tanto les hablé! Cuéntame, ¿cuál es el motivo de tu visita? -. Tito aún con miedo, miró a los ojos de Don Rafa y dijo: -Mañana en mi escuela será la fiesta del camuflaje morado y yo nací con el camuflaje amarillo, quisiera cambiarlo, para ser aceptado y que todos me vean como un camaleón normal en la escuela-.

Don Rafa sonriendo, respondió: -Tito, mira a tu alrededor, en este pueblo, donde está la fuente puedes ver camaleones de todos los colores, algunos cambian de color y otros nacieron como tú, usan un solo color de camuflaje, y cuando un depredador se acerca, nos colocamos de manera que nuestros colores, confundan la vista del depredador y no nos haga daño, los colores de todos, al unirse, son nuestro escudo de protección. Tito preguntó: - ¿Entonces mi camuflaje amarillo no es malo? -Don Rafa respondió: -En la naturaleza de los camaleones, todos los colores son hermosos, son importantes y valiosos, y tu color amarillo es de mucha ayuda, para enfrentar y confundir a los depredadores. En el pueblo de la fuente siempre serás bienvenido, ¡los camaleones nunca nos avergonzamos de nuestros colores!

Al darse cuenta que la puesta de sol comenzaba, Tito regresó al pueblo donde está su casa, recordando que, en otro lugar del mundo, habitan camaleones orgullosos de sus colores, siendo de un solo camuflaje o de camuflaje diverso, donde todos sonríen felices. El siguiente día, era la fiesta del camuflaje morado, a pesar de sus miedos, Tito decidió acercarse a la fiesta, aunque fuera solo a mirar de lejos.

Subió lentamente a un árbol y miraba como todos disfrutaban de la fiesta en la escuela, allí estaban: Oscar, Franky, Willy y muchos camaleones más. Sin darse cuenta Tito, la rama del árbol sobre la que se posaba, se quebró, cayendo al piso, el ruido llamó la atención de todos en la fiesta. Oscar al mirar a Tito con su camuflaje amarillo, se reía burlándose del color amarillo de Tito y expresó: -¡Lo sabía!, ¡Tito no puede cambiar su camuflaje, él siempre es amarillo!- Todos los camaleones de la escuela comenzaron a reírse, a burlarse y a murmurar, Tito solo se sacudió un poco para limpiar el polvo que había en su cuerpo por la caída, se dio la media vuelta para iniciar a caminar hacia su casa y dejó el lugar. De pronto, se escuchó la voz fuerte de Franky quien gritó: - ¡Tito, no te vayas, tú eres un camaleón como nosotros, espera! -

De pie junto a Tito, Franky puso su camuflaje amarillo y habló hacia quienes estaban en la fiesta diciendo: ¡Tito es un camaleón, es uno más de nosotros, los camaleones estamos orgullosos de nuestros colores y el camuflaje amarillo es parte de nuestra naturaleza, es cierto, hoy es la fiesta del camuflaje morado, pero, ¿Por qué no volverla la fiesta del camuflaje amarillo?, ¿Acaso Don Rafa “el camaleón sabio” no nos ha hablado del pueblo de la fuente, ese pueblo en el que todos los camaleones tienen la libertad de mostrar sus colores?

Luego de escuchar las palabras de Franky, Willy corrió a abrazar a Tito. Los demás, al escuchar la reflexión comenzaron a cambiar su camuflaje a amarillo, mientras que Tito no podía creer lo que sus ojos veían. Willy mirando a todos los camaleones con camuflaje amarillo, notó que Oscar seguía con su camuflaje morado y gritó: - ¿Quién es el raro ahora? ¿Notan quién es el diferente? - prosiguió -señalar los colores de un camaleón es ir en contra de la naturaleza de nuestra diversidad, la que, por generaciones, con nuestros colores nos ha librado de los depredadores- dijo Willy con mucha firmeza. Oscar se sentía apenado, cambió inmediatamente su camuflaje de morado a amarillo y todos los demás camaleones aplaudieron el cambio, pues fue así como demostró que aceptaba a Tito tal y como era, Oscar por su parte dijo: - ¡Como buenos camaleones que somos, cambiamos el nombre, de Fiesta Morada a Fiesta Amarilla! - Y todos celebraban con alegría, bailaban y reían al ritmo de la música.

Al finalizar la fiesta Willy y Tito caminaron juntos hacia sus casas. Al despedirse, Willy miró a Tito y le dijo: - ¡Que seas un camaleón amarillo nunca cambiará mi amistad hacia ti, porque desde que te conocí te acepté por ser auténtico, sin importar tu color! y por favor, aunque crezcamos y nos hagamos viejos deseo que siempre seas muy feliz y puedas sentirte orgulloso de mostrar tu camuflaje amarillo, ese que usas desde que este mundo te vio nacer-. Tito con lágrimas en sus ojos, abrazó muy fuerte a Willy diciendo: ¡Muchas gracias Willy, porque a tu lado, nunca me sentí diferente! - Finalmente caminaron cada uno a su casa con una hermosa sonrisa en el rostro, recordando que cada color en un camaleón, es solo motivo de orgullo.

 FIN.


Josué Velásquez 


El hijo de una madre soltera nacido el 4 de mayo de 1987 en San Salvador, siempre estudió en escuela pública, de familia de origen humilde, del campo sus abuelos migraron a la ciudad para que sus hijos y nietos tuvieran un futuro mejor.


Empleado y día a día con esfuerzo, trabaja para ganarse el dinero con dignidad. Así como muchos, con sueños que cumplir y consiente de reconocer la diversidad humana como una fortaleza y no una debilidad, presenta el cuento: "Tito, el camaleón amarillo".


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